Trece años ha estado Albert Rivera en la primera línea de la política española enfrentándose a los separatistas en Cataluña y luchando contra la corrupción a nivel nacional. Por ambas cosas, desde mi rincón le doy las gracias.
No termino de entender bien lo que ha pasado con Ciudadanos. Con el mismo programa electoral, con las mismas listas electorales, con los mismos dirigentes ha pasado en seis meses de tener 57 diputados a 10.
Yo voté en las elecciones de abril a Ciudadanos pensando en que si el PSOE ganaba las elecciones pero no obtenía la mayoría absoluta, Pedro Sánchez pudiera mirar a su derecha para formar un gobierno de centro izquierda moderado. Y así fue. El PSOE obtuvo 123 escaños y C´s 57. Entre ambos podrían haber formado un gobierno de centro izquierda con un apoyo parlamentario de 180 diputados, un gobierno con mayoría absoluta en el Congreso y en el Senado.
Pero nos encontramos con un Pedro Sánchez ególatra, prepotente, mentiroso y narcisista cuya única oferta a C´s fue que se abstuvieran para que el pudiera gobernar en solitario (¡Con 123 diputados!).
Por otro lado nos encontramos con un Rivera que pensó que podría sustituir al PP (de hecho había un empate técnico entre ambas formaciones, 57 diputados contra 66 con una diferencia de 200.000 votos a nivel nacional).
Rivera que era la bisagra perfecta quiso convertirse en puerta. Ser el califa en lugar del califa. Y para ello necesitaba estar en la oposición y liderarla desde el Congreso de los Diputados.
Y ese fue el grave error de Rivera. Jugó a convertirse en el partido de centro derecha en España y perdió. Volví a votar a C´s en noviembre con el sueño de que se repitiera los resultados electorales de abril. Mi sueño acabó en pesadilla y C´s pasó de 57 diputados a 10. Batacazo electoral solo comparable al de la UCD en 1982 que pasó de 168 diputados a 11.
De todas formas, muchas gracias Albert Rivera por estos 13 de dedicación a la vida pública española y por tener el coraje de dimitir sin excusas ni falsedades.
G R A C I A S